El Negro y Outrenoir


"Quisiera hacer un cuadro para cada hombre de la tierra, para llevarle un objeto que se convierta en sujeto interior y le recuerde quién es, que le diga: tú eres hijo del universo".
Beatriz Zamora.

 “Amo la autoridad del negro, su severidad, su evidencia, su radicalidad. Su poderosa fuerza de contraste le aporta a todos los colores una presencia intensa y al iluminar los más oscuros, les confiere una grandeza sombría: El negro tiene posibilidades incalculables y yo, atento a cuanto ignoro, voy a su encuentro.”
Pierre Soulages

Por primera vez convergen en el mundo las dos únicas versiones consumadas de El Negro en el arte contemporáneo. Por breve temporada coinciden en la Ciudad de México.
Ambas por iniciativa de La Embajada de Francia. Pierre Soulages en el Museo de la Ciudad de México El Negro de Beatriz Zamora en Casa de Francia.   
Ambas son obras de gran valor estético, originales, de claridad conceptual, prolífica, extensas y de grandes dimensiones.
El primero se presentó en le Centro Pompidou por primera vez en 1979 en Francia. El segundo fue Premio nacional en 1978 en México.
De ahí en adelante, las circunstancias culturales –e idiosincrásicas– hicieron que ambos tuviesen rumbos distintos.
Y cada uno construyó su ser estético también de forma distinta: Uno se convirtió en Outrenoir –Ultranegro-: La luz transmutada por el negro.
Y la hacerlo trascendió su relevancia estética en la propia modernidad. Algo de lo que se habla aún por allá.
El otro siguió siendo El Negro desde el silencio y el vacío. Con ello nos hizo ver y recordar lo que somos... Y al persistir devino en estética utopística transcivilizatoria... Algo de lo que se empieza hablar por acá. 

Para quienes no conocían la obra de Soulages esta es una gran oportunidad de apreciar ambas experiencias estéticas delimitadas a una dimensión en apariencia restringida. También es una oportunidad de apreciar las vertientes históricas del arte y la cultura -y de su administración-, en amabas latitudes del mundo(s).  

P. d.: En 2004, Soulages deja de pintar su obra del Outrenoir. Ese mismo año, 3 trailers de 12 toneladas de El Negro de Zamora son “reubicadas” en una bodega del INVI.
En el 2010, Soulages tiene un homenaje internacional en el Centro Pompidou y próximamente un nuevo museo personal ad hoc. Zamora aún aguarda en esa bodega de indigentes y damnificados, con advertencia actualizada de desalojo (sic)...  

P. p. d.: ¿Contexto es destino?
Lo cual es de por sí una exquisita paradoja de la dualidad Modernidad-Colonialidad. Donde, lo que se aprecia como un detalle académico de conspicua congruencia dialéctica, significa una aberración histórica asumida con la fuerza del rayo negro desde la estética de la poscolonialidad nacional y latino americana.

Fco. Hernández Zamora