CONACULTA Comunicado

 
CONACULTA Comunicado No. 1076
 
***La muestra está integrada por 13 cuadros de gran formato

***“El negro de Pierre Soulages es único en Europa y el negro de Beatriz Zamora es único en América”, dijo la creadora en entrevista




El negro cósmico y absoluto que está dentro de nosotros, como define a su pintura la mexicana Beatriz Zamora, se apoderó de la Casa de Francia, espacio cultural que abrió sus puertas a la exposición El negro de Beatriz Zamora, integrada por 13 cuadros de gran formato creados en los primeros años del nuevo siglo.
Beatriz Zamora es una artista excepcional que rompió con los cánones establecidos y con su aprendizaje de toda la vida para encontrar un estilo propio y crear lo que nadie ha hecho en México: una obra pictórica basada solamente en el color negro. Sin embargo, su obra no ha sido comercial, lo que ha ocasionado que tenga acumuladas más de 2 mil 700 piezas de gran, mediano y pequeño formato y que hace algunos años, por no poder pagar la renta, fuera desalojada del departamento que utilizaba como casa-taller.

      “La obra de ningún artista mexicano ha desatado tantas pasiones y ha sido tan incomprendida como El Negro de Beatriz Zamora”, escribió Eduardo Rubio en 1988 en el libro Historia de una artista excepcional. Y es que Zamora desde hace muchos años comenzó un profundo estudio sobre el negro. “El negro es de por vida, si lo tocas, si te atreves a pensar en él, te alías a ese espíritu universal, sublime, que nos corresponde a todos los seres humanos”.

      La creadora explicó en entrevista con Conaculta que las 13 obras de gran formato que se exhibirán hasta el 6 de agosto en la Casa de Francia, estuvieron expuestos anteriormente en el Faro de Tláhuac, luego en el Instituto Politécnico Nacional y en el Centro Cultural Futurama.

      “Me invitaron a exhibir aquí mis cuadros porque desde que vino a México el escritor y crítico de arte Gérard-Georges Lemaire, quien coordinó una exposición en el Museo José Luis Cuevas, he tenido muy buena relación con la embajada francesa”, señaló Beatriz Zamora.

      Cabe recordar que actualmente Zamora realiza el proyecto trilingüe (español, francés e inglés) 100x100, el cual inició en 2008 y consiste en la creación de tres libros de dibujos acompañados por reflexiones y textos de diversos autores. Esta iniciativa, apoyada por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca-Conaculta) ya cuenta con los ejemplares 100 x 100 Los límites del amor infinito y 100 x 100 Los siete caminos del corazón. El tercero será presentado a finales de este mes.

      Cada uno de esos tomos contiene un texto introductorio de diversos críticos. En el primero participan Marc Sagaert y Luis Carlos Émerich; el segundo cuenta con los comentarios de Gérard-Georges Lemaire y Eduardo Rubio; mientras que en el tercero hay textos de Gloria Hernández, Laura González Matute y Beatriz Zamora.

      El no tener un espacio para crear las monumentales obras en las que utiliza el negro de humo, óxidos metálicos, carbón vegetal, carbón mineral, piedras semipreciosas y otros materiales negros, la artista plástica comenzó a explorar el dibujo de una manera más profunda.


      Por ello, durante la inauguración insistió en que necesita una casa, un espacio donde crear y resguardar la gran cantidad de obra que tiene y que actualmente se encuentra en una bodega del gobierno del Distrito Federal.


      También recordó que actualmente, en el Museo de la Ciudad de México, se exhibe la obra de otro creador que ha dedicado su vida al negro, el francés Pierre Soulages, una de las figuras internacionales clave dentro de la abstracción postguerra a nivel mundial, quien ha sido fiel, desde su niñez, al negro.

      “Soulages es representante en Europa del negro, es el único que ha dedicado la vida entera a esa obra. En América, la única que se ha dedicado al negro es Beatriz Zamora. Pero, hay una diferencia total: el negro de México es otro mundo. Soulages tiene una línea de trabajo y ha llegado a una conclusión, lo que se puede ver en la exposición, pero lo que yo hago está dividido en planteamientos y cada uno de ellos tiene su forma, su técnica, su materia y cada uno está diseñado al infinito, sólo que no ha sido posible desarrollarlo. La diversidad del negro está en México porque tengo el carbón, la obsidiana, el negro de humo y todos esos planteamientos los he ido trabajando en un mínimo de 10 obras en diferentes formatos, y aún así ha sido limitado”, señaló la creadora.

      Beatriz Zamora cuenta con distinciones como el Premio Nacional de Pintura (1978), la Medalla Legión de Honor de la Academia de Bellas Artes (1977) del gobierno de Francia, y en varias ocasiones ha recibido apoyos como miembro del Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de Conaculta.

      En el libro 100 x 100 Los siete caminos del corazón, el investigador francés Gérard-Georges Lemaire reflexiona sobre la creadora mexicana y se pregunta: “¿Qué lugar ocupa Beatriz Zamora en el microcosmos del arte de nuestro tiempo? Por lo que sé, no ocupa todavía el espacio que evidentemente se merece. Si una artista tiene su Escuela de Atenas en estos tiempos de crisis, ella debería figurar en medio de sus pares, los más ilustres y grandes escritores, filósofos y sabios.

      “La historia es ciega, desgraciadamente, aún más que la justicia y durante mucho tiempo, la maltrató. Lo único que sé es que ella merece una mejor suerte y debería ser invitada a presentar su trabajo en Europa y el resto del mundo. Tengo esta certidumbre: lleva una búsqueda estética de una gran intensidad. Produce obras tan exaltadoras que nunca deja indiferente y que acabará por ser reconocida por su justo valor”, expresa Gérard-Georges Lemaire.

      La exposición El negro de Beatriz Zamora permanecerá en exhibición hasta el próximo 6 de agosto en la Casa de Francia, ubicada en Havre 15, colonia Juárez.



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México / Distrito Federal